La planta de la yerba
mate pertenece a la familia de las aquifoliáceas, especie de hojas
perennes. El árbol es parecido al laurel, de tronco gris blancuzco, con un
diámetro aproximado de 30 a 40 centímetros y una altura de 2 a 6 metros. Sus
hojas son base estrecha y borde dentado, variando su tamaño de 8 a 10 c. de
ancho y de color verde oscuro.
Este árbol o arbusto requiere
mucha humedad y temperaturas tropicales o subtropicales (mínimo 20
grados), aunque es una planta muy resistente. Crece en suelos arenosos o
arcillosos.
Habitualmente el árbol cosechado
debe tener como mínimo cuatro años de vida para producir calidad y cantidad
para su producción.
La recolección se realiza
entre los meses de enero a septiembre. Se cosecha y se seca. Este es un
proceso rápido que se realiza antes que se marchiten las hojas. Posteriormente
se especializa la producción con diferentes tipos de secados y de moliendas.
HISTORIA
La yerba fue consumida desde mucho
antes por los pueblos guaraníes. La historia cuenta que los
indígenas recogían las hojas de los arbustos que crecían naturalmente.
Inicialmente las
mascaban luego comenzaron a prepararla como una infusión.
Hacia fines del siglo XVI y
comienzos del XVII, los invasores españoles consideraron al mate como un vicio
peligroso, desde ese tiempo prohíben la yerba mate y su exportación hasta el
año 1630. Pero la prohibición del consumo sólo sirvió para atraer la curiosidad
de los conquistadores.
Actualmente la yerba (hoja de yerba mate picada) se
puede adquirir en paquetes de 1/2 y 1 kilo, y fraccionada en bolsitas.
El recipiente en el que se ceba el mate, es el
"mate", que puede ser el tradicional, hecho de calabaza curada, o un
jarrito de loza o enlozado, o madera. La infusión se toma con bombilla, y
se puede cebar dulce o amargo. El recipiente que contiene el agua es el termo, cuya agua se considera "a punto" unos grados
anteriores a la ebullición. Si el agua hierve, no sirve para el mate